Como los gallinazos (buitres) comen de los despojos que encuentran, el presidemente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, esta tratando se sacar provecho político sobre los cadáveres palestinos en la Franja de Gaza, expulsando al embajador de Israel y sus colaboradores.
Para nadie es desconocido que la expulsión del embajador israelí se debe a un hecho político y no a un arranque de amor hacia sus semejantes. Nada más bajo e inhumano en el sentir de un gobernante. De ninguna manera estamos a favor de la guerra y mucho menos cuando las víctimas son inocentes civiles que se encuentran entre el fuego cruzado de los contendores.
La disputa entre Israel y los palestinos es de larga data, pero en estos momentos se agrava por cuanto Hamás esta en guerra contra Israel a costa del mismo pueblo palestino cuando se oculta en mezquitas, hospitales y colegios llenos de civiles para usarlos como escudos humanos.
Este tipo de disputa se complica pues hay intereses de otros países los cuales quieren sacar un dividendo, sea este económico, religioso o político como en el caso de Irán, el Líbano, y otras naciones árabes que justamente no buscan el bienestar de los palestinos y el reconocimiento de una Palestina libre, aunque ellos proclamen a todos los vientos el fervor islámico que los une.
Justamente Chávez y esos gobernantes aprovechados nunca expresaron un pedido de alto el fuego para los cohetes que Hamás disparaba sobre Israel matando únicamente a civiles indefensos en aras de su “venganza” contra los judíos. ¿Es que los muertos del lado israelí no son muertos también? ¿O solo los palestinos tienen familias y niños por quién llorar?
Estos comedores de carroña no solo hablan sino que hasta se colocan sobre los hombros el chal que identifica a los musulmanes palestinos para hacer ver la profunda identificación que tienen, más que por su religión, por su ideología del terror. Es por ello que un Chávez “palestinizado” y con ínfulas totalitarias llama a todos los países latinoamericanos para que sigan su ejemplo y expulsen al embajador israelí sin mirar el atropello que esto significa. ¿La conducta de este dictadorzuelo es un ataque de locura? ¡No!. Es la forma que él cree le puede traer vientos favorables para su salvación, la que a ojos vista muestra que se le está acabando el apoyo de sus rojo- rojitos partidarios.
Una conflagración árabe de envergadura, según él, llevaría al petróleo a precios altísimos como ayer, con lo cual, el bienestar volvería a brillar en sus diezmadas arcas, se salvaría del rechazo del pueblo por su pésima labor como gobernante y tendría la posibilidad de mantener sus pretensiones de Gran Bolívar en Latinoamérica.
En conclusión. Como los gallinazos, los gobernantes carroñeros viven aislados y son mal vistos por sus semejantes aunque se desesperen por mostrar una imagen que no condice con la realidad.
ANDRÉ BERTO
Periodista
TOPNEWS International
topnewsinternational@gmail.com
sábado, 17 de enero de 2009
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