viernes, 23 de enero de 2009

PONER EN BLANCO Y NEGRO

Una expresión popular cuando dice “poner en blanco y negro” significa aclarar o afirmar una decisión. Hoy en la democracia de los EE.UU y tras una elección histórica, las cosas se han puesto en blanco y negro. El verdadero ganador en esta contienda electoral fue la nación americana donde una vez más demostró al mundo las fuertes raíces democráticas que la sustentan. Quizá algunos escépticos dirán que Barack Obama ganó por el voto negro multitudinario, y eso en parte es verdad. Los negros votaron al representante de su raza sin analizar demasiado su capacidad, aunque sí lo que prometía. Pero no hay que olvidar que los negro-americanos son la minoría en este país y para ganar las elecciones deben ser apoyados por otros sectores como ser los latinos y los blancos anglos que vieron en él algo diferente, y no solo al color.
Puestas las cosas en blanco y negro, podemos decir que la labor del nuevo presidente va a ser titánica pues con ella arrastra la responsabilidad de todo el partido Demócrata. Ahora tendrá que demostrar con los hechos lo que sus labios prometieron en las tribunas, y la mayoría de su partido en ambas Cámaras avalaran sus decisiones. No es fácil.
Si miramos retrospectivamente la actuación del gobierno saliente saltan a la vista grandes errores, pero también grandes situaciones desusadas. Pocos presidentes han tenido que afrontar a tamaños retos. De todas maneras esta gran nación con el empuje que la caracteriza seguirá siendo el norte del mundo a pesar de los agoreros.
Y poniendo las cosas en blanco y negro podríamos dirigir la mirada hacia algunos países latinoamericanos donde en vez de buscar culpables o enemigos extranjeros cada uno de ellos debería aceptar que sus males o dificultades solo provienen de malos manejos del gobierno, despilfarro en las arcas públicas, corrupción administrativa, y fraude electoral.
Como en el caso de Daniel Ortega de Nicaragua que a través del fraude acaba de robar las últimas elecciones en su país, para seguir con el latrocinio.
Lo difícil de gobernar en democracia es aceptar la opinión de todos como así también sus críticas. Si no es así, se actúa como el presidemente Hugo Chávez Frías de Venezuela que hace una advertencia a los opositores diciéndoles que si ganan gobernaciones o alcaldías no va a dudar en mandarles los tanques para sacarlos de allí. ¡Vaya, que forma mas democrática la de este pillo! Si no ganan sus candidatos, a los otros los saca a plomo.
Es muy fácil decir que en su país hay democracia, pero lo difícil es vivir en democracia. En los países verdaderamente demócratas sean estos de derecha o izquierda sus gobiernos, las instituciones se respetan y los funcionarios solamente obedecen a las leyes y no al monigote de turno que con prebendas pone a todo el mundo a bailar al son que más le gusta.
En política lo mejor es poner siempre las cosas en blanco y negro para estar lejos de que al final se transformen en “rojo, rojito”.

ALBERTO PICCIONE
Periodista
TOPNEWS International
topnewsinternational@gmail.com

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