El Presidente Chávez nos quiere dar “gato por liebre”. Y eso no ocurre ni en los niños del primer grado infantil. Cuando en la escuela se les pregunta: si un animal tiene orejas de gato, cola de gato, dientes de gato y garras de gato, ¿que animal es? Los alumnos contestan, ¡un gato!
Y si un presidente como Hugo Chávez, ayuda a terroristas, da asilo a terroristas, proclama honras al terrorista muerto Raúl Reyes, dice en sus discursos que la guerrilla no es terrorista, y hasta entrena en Sierras de Perijá (Venezuela) a jóvenes menores de edad comandados por instructores cubanos y colombianos de las FARC para según el mismo Chávez conformar una fuerza guerrillera bolivariana, ¿que presidente es? Pues nada más ni nada menos que ¡un terrorista!
En Sierras de Perijà, había un centro turístico, ahora preparado para la enseñanza militar, prácticas de tiro y adoctrinamiento donde los jóvenes, futuros guerrilleros, se entrenan primero con fusiles de madera y luego con armas verdaderas, según las más estrictas consignas revolucionarias bolivarianas.
También las armas encontradas en un deposito subterráneo de los guerrilleros en la Guajira colombiana tenían grabados los escudos de las Fuerzas Armadas de Venezuela. Si esto lo sumamos a las pruebas halladas en las computadoras de “alias” Raúl Reyes se compromete no solo al presidente Hugo Chávez sino también a la cúpula militar (con mas de cinco generales) venezolana la cual de alguna manera esta untada con petrodólares.
Es por ello que siguiendo a un axioma futbolero que dice que no hay mejor defensa que un buen ataque, Hugo Chávez y sus acólitos niegan a raja tabla las evidencias y enrostran culpas a Colombia y a su presidente Álvaro Uribe Vélez usando sucias artimañas.
Si el Concierto de las Naciones desea conocer la verdad en este problema debe escuchar la voz del pueblo venezolano, ecuatoriano y boliviano que se eleva por encima de la propaganda gubernamental, a la cual tachan de ocultista y falaz.
Pero los ciudadanos de estos países no se deberían conformar con protestar sino solicitar a las Naciones Unidas y a la OEA (si es que todavía sirve para algo) una investigación seria y exhaustiva para desenmascarar a dictadores disfrazados de demócratas.
Entre ellos, el presidente Rafael Correa trata de aminorar el impacto negativo por su ayuda a las FARC y recibir dinero de ellas para su campaña política, solicitando a Nicaragua la devolución de la mexicana herida en el campamento de Raúl Reyes, y que ahora Daniel Ortega le ha dado asilo político ignorando el pedido de extradición efectuado por Ecuador donde se le sigue una investigación por participar en actividades guerrilleras.
Otro punto interesante en la desfachatez de Rafael Correa es su denuncia de que la base de Raúl Reyes fue bombardeada por aviones colombianos que violaron el espacio aéreo y territorio ecuatoriano para poder hacerlo y que esto había quedado registrado en los radares los cuales marcaron la posición. Colombia rechazo ese comunicado aduciendo que sus aviones nunca habían penetrado suelo ecuatoriano y que los disparos habían sido hechos desde territorio colombiano.
Hoy después de varios meses de lo acontecido, Ecuador acusa a EE.UU. de haber proporcionado aviones con misiles de medio alcance para perpetrar ese hecho, aduciendo que Colombia no tenia capacidad para hacerlo, según un informe del ejército ecuatoriano, el cual no quiere reconocer su inferioridad ante su vecino.
¿En que quedamos señor Rafael Correa? ¿Los disparos fueron hechos en suelo ecuatoriano o en realidad sucedió como dicen los colombianos que dispararon desde su territorio? En fin, como dice el dicho “para mentir o comer pescado hay que tener mucho cuidado”, tan es así que en su reciente gira europea Señor Presidente, especialmente en Alemania y España, no obtuvo los resultados que usted esperaba.
ALBERTO PICCIONE
Periodista
TOPNEWS International
topnewsinternational@gmail.com
sábado, 24 de enero de 2009
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